El cambio de técnico durante el transcurso de la temporada nunca es motivo de alegría, pero en el caso de Íñigo Córdoba redundó positivamente en su estatus. De ser eterno suplente a las órdenes de Berizzo, se ha convertido en una pieza imprescindible para Gaizka Garitano. Se ha aforrado a la titularidad en la banda izquierda y desde ahí devuelva con creces la confianza depositada en él por el técnico de Derio. A pesar del ostracismo al que le condenó el argentino, reconoce el rojiblanco que “cada maestrillo tiene su librillo . Berizzo ha sido un gran entrenador y le tengo muchísimo respeto. No contó mucho conmigo pero cada entrenador tiene su idea. Somos profesionales; intentamos hacerlo lo mejor posible y aprovechar las oportunidades”.
“Con Gaizka tenemos una idea clara de juego, muy ordenados defensivamente y en ataque tenemos que aprovechar lo que tenemos. A mí al jugar de extremo me pide colgar balones a los delanteros y que pasen cosas en el área”, reconoció Córdoba en rueda de prensa.
No olvidó el bilbaino la capital importancia del partido del domingo ante el Barça : “Estamos en una situación comprometida, complicada. Hay una serie de equipos en un pañuelo y en una jornada puedes asomar la cabeza o meterte en el pozo, pero sabemos en lo que debemos estar centrados”.
