
No es Diego Simeone un entrenador dado a actos institucionales que supongan hacer una mínima concesión moral al contrario y menos, cuando ese adversario es el «Bilbao» como él llama de forma despectiva al Athletic.
De ahí que el argentino seguramente tuerza el gesto ante la perspectiva de tener que ceder la camiseta rojiblanca en el duelo que enfrentará a colchoneros y bilbaínos en el Metropolitano. Para el Cholo partidos como estos, con gran rivalidad entre los contendientes, exigen intensidad desde el primer momento y los homenajes no entran en sus planes.
En una temporada tan irregular como la que está protagonizando el Atlético, la cesión de la camiseta en casa supone ya una pequeña derrota psicológica para Simeone y los suyos. Más cuando el rival, el Athletic, acecha la cuarta plaza que ocupan los madrileños. La intención del argentino es una victoria que aleje definitivamente a los bilbaínos de la pugna por la Champions, de ahí que no entienda la concesión hecha por el club.