Aunque tenga cierto deje a vieja gloria rememorando tiempos más prósperos, no esta mal recordar, tras el descalabro del sábado, uno de los grandes hitos de la historia rojiblanca. Hace justo 86 años, el 1931, el Athletic endosó al Barcelona una de las derrotas más humillantes de su centenaria historia 12-1. El duelo de entrenadores de la pérfida Albion, Mr. Pentland en el banquillo rojiblanco y James Bellamy en el azulgrana, se saldó con un rodillo que cimentó la gran popularidad del primero en el Bocho.
Era aquel un equipo que marcó un hito en la historia de la competición liguera. Una fuerza de la naturaleza que en la primera mitad de la década acaparó cuatro Ligas y Copas y cuyo poderío se vio reflejado en el apabullante 6-1 con el que se cerró la primera mitad. Y no solo era una maquinaria perfectamente engrasada a nivel de conjunto, sino que las figuras individuales brillaban con gran intensidad. Agustín Sauto, alias «Bata», pasó a la historia por sus siete dianas en este encuentro, marca que solo pudo ser igualada muchos años más tarde por un mito casi inalcanzable como Kubala.
La prensa recoge un partido en el que la zaga catalana concatenó desaciertos, además de verse lastrada por la lesión de Martí, en un tiempo en el que el reglamento no permitía los cambios.