La conclusión de la liga está a la vuelta de la esquina y en el Athletic empieza ya a haber movimientos para determinar el futuro de muchos jugadores. Esta preocupación es más a nivel personal de estos profesionales, pues Ibaigane ha conformado un grupo cuyo destino a medio plazo está garantizado y con el que se ha conformado un bloque que garantiza un proyecto sólido. A la espera de que Valverde confirme su futuro, solo las cláusulas de rescisión pueden suponer marchas inesperadas.
Hasta 2018 Kepa Arrizabalaga,Bóveda, Etxeita, Beñat, Aduriz, Rico y Eraso cuentan con contrato, además de haber suscrito unas cláusulas de rescisión abultadas que en caso de marcha supondrán un fuente de ingresos para el club que facilitará su sustitución.
En las mismas hasta 2019 Remiro, Balenziaga, Yeray, De Marcos, Lekue, Iturraspe, Susaeta, Raul Garcia, Muniain y Merino seguirán vinculados con Ibaigane. Laporte y San José seguirán como mínimo hasta 2020, un año menos que Williams.
El gran problema lo suponen los jugadores cuyo contrato expira este Junio. La perspectiva de Iraizoz no es muy halagüeña, y a estas alturas de temporada áun no ha recibido ninguna oferta de continuidad. Sus declaraciones reconociendo la falta de interés del club no facilitarán está continuidad. Elustondo y Saborit apenas han contado para el staff técnico durante toda la temporada, así que su marcha es un secreto a voces.
Aún más compleja es la situación de los jugadores cedidos en equipos de primera y la categoría de plata. Algunos han gozado de roles destacados en sus clubes de acogida, así que se puede reclamar su vuelta para llenar los vacios dejados por los descartados. Vesga, Unai López, Markel Etxeberria, Herrerin o Aketxe pueden ser los elegidos, mientras que el regreso de Kike Sola, Óscar Gil, Iriondo o Santamaría se antoja casi imposible.