A grandes males, grandes remedios. Necesitado de acierto goleador para salir de la posición de colista, el Bilbao Athletic ha hecho valer su opción por convenio con el Portugalete y refuerza su ataque con el extremo Quicala Bari, hasta día de hoy gran referencia ofensiva de los jarrilleros.
Su llamativa velocidad y desborde han convencido a los observadores de Lezama, que han venido siguiendo la evolución del hasta ahora, estrella del conjunto de Patxi Salinas.
Originario de Guinea-Bissau (2002), el atacante se formó primero en las categorías inferiores de Barakaldo y Santutxu y de ahí dio el salto al San Ignacio vitoriano.
Sería hace una año, en el Derio, donde acabaría explotando su talento en la División de Honor Bizkaina. Seis dianas y cinco asistencias fueron suficientes para convencer a un Patxi Salinas que en las entrevistas deslizaba tener en sus manos un diamante en bruto.
Recala ahora en el filial del Athletic, donde le acompañará un viejo amigo de los tiempos en el Santutxu como Adu Ares, lo que facilitará su integración.
