
El destino del Bilbao Athletic parece sentenciado en una temporada nefasta para los cachorros, sin que Bingen Arostegi primero y Alex Pallarés después hayan podido encontrar remedio a una espiral de derrotas. mientras, en el recuerdo el buen hacer de un Patxi Salinas que acabó la pasada temporada sin que ninguno de los candidatos a la presidencia de Ibaigane contara con él para continuar al frente del filial.
Reconoce resignado Salinas que ve «muy mal al Bilbao Athletic. Calculo que la salvación estará en 45 o 46 puntos y tienes 21 puntos. Necesitas por lo tanto ganar ocho partidos y empatar otro, y quedan once jornadas. Sinceramente, en dinámica positiva igual podría ser, pero lo veo muy negro”.
Ante los micrófonos de Radio Bilbao, el técnico recordó su última temporada en Lezama, no sin cierto poso agridulce : “Fue la leche. Faltando una jornada estábamos librados así que fuimos a Madrid a jugar la última jornada ya relajados. Cuando volvíamos yo pensaba que me iban a llover las llamadas para ofrecerme la renovación, pero esa semana no me llamó ni el de Jazztel”.
Una situación que se prolongó estando “de vacaciones y el 30 de junio no me llamó tampoco nadie. Fue difícil, fue un palo anímico importante. Es tu casa, y si has hecho bien las cosas no entiendo por qué tienes que cambiar. No entiendo, si cumples los objetivos, no poder seguir”.
El desenlace lo atribuye al relevo en la presidencia, aunque no lo comparte : “Posiblemente te encasillan porque eres de Alkorta (en entonces director deportivo), o de este otro, pero yo soy del Athletic, soy socio del Athletic, mis padres eran socios del Athletic. Seré amigo de Alkorta toda la vida, pero por encima soy del Athletic”.