Duro partido entre Athletic y Celta que, pese a saldarse con una apurada victoria por penalti en el descuento de los locales, puso sobre el césped a dos equipos que se trataron como iguales. A pesar de la resolución de 4-3, cualquiera de los contendientes podrían haberse quedado con los tres puntos justamente.
Uno de los nombres destacados del lance fue Unai Núñez, el ex rojiblanco que retornaba a La Catedral tras su marcha a Vigo en busca de nuevas oportunidades. Suya fue la imagen, derrumbado y abatido tras la derrota, que marcó la conclusión del partido, igual que queda para el recuerdo la ayuda que le prestó su ex compañero Raúl García.
Tras ejecutar Berenguer el penalti que dejaba los tres puntos en casa, Unai Núñez se deja caer sobre el césped de San Mamés, incapaz de esconder su tristeza por una derrota en los últimos instantes. Sería el navarro, con quien tantos años compartiera vestuario, quien se acercara a él para animarlo tras el mazazo. Tras unos instantes para animarlo y darle cariño, Rulo le ayudaría a levantarse, demostrando que el compañerismo prevalece con independencia de la camiseta que se luzca.
