
Proporcionarle una lata de cerveza a un aficionado durante el partido contra el Granada no solo le va a costar al fotógrafo sancionado la cuantiosa cifra de 3000€, sino perder una segura fuente de ingresos en forma del acuerdo que tenía con Ibaigane para tomar imágenes durante los encuentros como local. El expediente abierto por la Ertzaina ha sido motivo más que suficiente para rescindir la relación.
El implicado llevaba años vinculado al club, pero nunca en su nómina, algo habitual en el gremio. La página oficial de la entidad rojiblanca era el lugar habitual de sus fotografías hasta que fue interceptado por la Ertzaina durante el encuentro. El relato proveniente desde Ibaigane oscilaba entre el reconocimiento de un percance sin concretar hasta declarar públicamente que ese día se le comunicó el fin del acuerdo, habiéndose encontrado el jueves su sustituto.
Antiviolencia recoge que «un fotógrafo que, desde su posición, es observado por las cámaras de seguridad cuando pasa una bolsa de plástico que contenía una lata de cerveza a un aficionado situado en su localidad del sector 110 del estadio». Dicho aficionado ha sido objeto de una multa de 600€, sensiblemente inferior a la del fotógrafo pues fue este el que introdujo la bebida alcoholica en el estadio.