
Iñaki y Nico Williams llevan años son un tándem imbatible en el seno del vestuario del Athletic. Una apuesta ganadora en la que el mayor de los hermanos ha ejercido de mentor para un jugador cuya progresión, en 2023, parece imparable, más tras su debut internacional en el pasado mundial de Qatar. En Ibaigane se es consciente de la necesidad de retener al atacante, deseado por no pocos grandes del continente europeo. Con un contrato en vigor que expira en 2024, su renovación se ha convertido en una de las prioridades para el club. En una entrevista concedida a Onda Vasca, Iñaki ha departido sobre varias cuestiones de actualidad que atañen a ambos.
«Las nuevas generaciones son diferentes a nosotros, pero aprendemos unos de otros. Mi hermano ha tenido la suerte de tenerme a mí, intentar que se equivoque lo menos posible. Me ha tocado muchas veces cubrirle las espaldas con mis padres. Le ha ido todo muy bien y muy rápido, al final tener un hermano mayor siempre ayuda», ha declarado el rojiblanco.
El atacante es consciente de que Nico está destinado a superarle : «Mi hermano es una locura, se me cae la baba cada vez que lo veo. Es un orgullo para mí verle quemar etapas tan rápido. Estamos ante una de las mayores promesas a nivel nacional. Como tenemos esa afinidad, pues muchas veces nos exigimos demás y nos echamos la bronca. Muchas veces él sabe que todo lo que le digo yo es para hacerle mejor jugador o para ayudarle».
Ahora queda afrontar una renovación cuyas negociaciones son inminentes : «Cuando me han presionado, mi hermano ha estado al lado mío. Ha sufrido los tragos como hermano mío que es. las cosas hay que hacerlas con cabeza. Él sabe que vamos a apoyarle con lo que decida. Su familia va a estar con él a muerte y yo no soy quién para decir qué va a pasar. Él está muy feliz en Bilbao, con el Athletic, y decida lo que decida nosotros estaremos para apoyarle».