
La victoria en Anoeta parece haber reconciliado al Athletic con su afición, de capa caída tras una deriva que había ubicado al equipo frente a una perspectiva de futuro anodina El buen estado de forma del equipo, probablemente el mejor en lo que llevamos de temporada, ha animado a los aficionados a retirar sus entradas en San Mamés y las colas comienzan a hacerse presentes en torno al estadio.
La demanda para ver al líder ha alcanzado el punto de que los socios que todavía no hayan procedido a retirar sus entrada aún están a tiempo de hacerlo, pero el club ya no puede garantizar que asistan en su ubicación habitual. La combinación de unas victorias que han hecho recuperar la esperanza a un graderío que comenzaba a desertar con la tradicional animosidad hacia el gigante capitalino han favorecido una expectación insólita en lo que llevamos de temporada. Las entradas más baratas son ya inaccesibles, por lo que quien quiera asistir deberá asumir tarifas superiores a los 80 euros.