Cada visita de los rojiblancos a El Sadar se ha convertido en una tortura para el capital de los leones, objeto de toda clase de improperios desde la grada.
La visita de ayer a la capital navarra no fue una excepción a esta política. La mención de su nombre desde la megafonía ya despertó un estruendoso coro de silbidos que se repetía cada vez que el atacante entraba en contacto con el esférico. Pero lo más grave fueron los cánticos aludiendo a su vida personal : “Muniain putero, lo sabe el mundo entero”.
Situación que, por desgracia, cuenta con precedentes. Hace menos de año y medio el parte arbitral del derbi recogía que “unos 600 aficionados locales entonaron de forma coral y coordinada, durante aproximadamente 12 segundos, el cántico, ‘hijo de p., eres un hijo de p., hijo de p’, supuestamente dirigidos al jugador visitante, Muniain, que realizaba el saque de esquina».
