
El parón liguero por las competiciones de selecciones nacionales ha expirado y Ernesto Valverde no va a ser condescendiente con sus pupilos. El calendario comienza a estrechar fechas y se necesita un estado de forma primoroso para afrontar con garantías esta recta final de temporada y el Txingurri la ha asumido con su característica profesionalidad.
La visita a El Sadar este próximo 1 de Abril, sábado, y recibir al Espanyol el martes 4, obligan a un trabajo intensivo con el que afrontar estos cruciales choques con la intensidad necesaria. Esto se traduce en una semana sin apenas concesiones tras tres días de descanso. A unos ya relajados jugadores les esperan siete días seguidos de trabajo, para garantizar su forma para dos choques casi consecutivos.
Se da la peculiaridad que Valverde busca el mayor aislamiento posible, por lo que tres de estas sesiones serán a puerta cerrada. Dos de ellas las previas a la visita a Pamplona y la última la anterior a la recepción de los catalanes, con la peculiaridad de ser la única por la tarde.