La deserción en las gradas de San Mamés progresa irremediablemente. Los 35.000 frente al APOEL Nicosia, que además fue un partido de pago para los socios, eran previsibles. 37.563 ante el granada entraban dentro de la ecuación tanto por rival como por horario.Los 33.438. ante el Málaga si han hecho sonar las alarmas y han activado un debate sobre el compromiso de los aficionados con el equipo y sobre si este está siendo recíproco con el apoyo que siempre se le ha brindado desde las gradas.
Justo es decir que el de ayer fue un día poco agradecido, sometido a las inclemencias del tiempo. Lluvia, frío y viento suelen ser excusas más que suficientes para hacerse los remolones. La nueva cubierta no parece ser suficiente para convencer al aficionado a salir de casa. Sin embargo, el debate probablemente sea más profundo. El clima desapacible es inherente a la capital bizkaina y nunca ha sido impedimento para llenar el campo. Existe indiferencia entre los socios y la pregunta que surge es que si el origen está en que ciertos encuentros se dan por amortizados o que el juego del equipo no es suficiente para justificar fidelidad cada semana.
Los temores afloran con la vista puesta en el partido ante el Real Madrid, ya confirmado como Medio Día de Ayuda al Club. La perspectiva de que San Mamés no sea la habitual olla en ebullición de este clásico inquieta en Ibaigane, sabedores que el futuro del equipo reside en retener todos los puntos como local.