Estas últimas jornadas de liga están siendo de una especial intensidad para Ernesto Valverde no solo por la presión de unos partidos en el el que el Athletic se juega a cara o cruz sus aspiraciones europeas o por el trasfondo de la negociación de su continuidad o destino en otro club.
Para el Txingurri también son especialmente emotivas porque le pondrán en un estatus muy difícil de superar por otros inquilinos del banquillo de San Mamés, con un hecho como el de llegar y superar los 300 partidos oficiales con los rojiblancos. El partido en Viernes Santo ante Las Palmas será la fecha en la que alcance el tripe centenario, dándose por seguro que en el Calderón garantizará 306.
Ya en el partido frente al Valencia, con 290, el de Viandar de la Vera superó a su predecesor en tan ilustre título, un histórico como Javier Clemente. Como reconocimiento de sus méritos, fue agasajado con una placa conmemorativa entregada por el propio Urrutia y una camiseta que exclusiva que recogía todos los partidos en los que había participado, lo que motivo que incluso alguien estoico como Valverde no pudiera esconder su indisimulada emoción.